sábado, 8 de noviembre de 2008

ALMAS DE METAL (1973)

Photobucket


Estos últimos días nos ha sorprendido la noticia del fallecimiento de Michael Crichton (1942-2008), doctor en medicina, escritor, guionista y director de cine. Y como pensaba dedicarle antes o después un espacio a esta película, he pensado que era una buena idea hacerlo ahora, a modo de recordatorio de su creador.

Si bien la trayectoria de Crichton se ha movido casi siempre en todas sus facetas en ámbitos multitudinarios (es autor de las novelas, y en la mayoría de casos, también del guión, de La amenaza de Andrómeda, El Hombre Terminal, El gran asalto al tren, Esfera, Congo, Twister, El guerrero nº 13, Parque Jurásico o Sol Naciente, y director de películas como la que hoy nos ocupa o Coma) los resultados a nivel cualitativo no han sido, en la mayoria de los casos, brillantes.

Sin embargo, creo que Westworld (título original del film que comento) puede ser una excepción, pues sin ser una obra maestra y habiendo perdido algo con los años, me parece un producto recuperable e interesante, precedente claro de impactantes éxitos de la ciencia ficción ochentera, como la saga Terminator e incluso otra entretenida película dirigida por el propio Crichton, Runaway brigada especial (1984) con Tom Selleck y un divertido Gene Simmons, miembro del grupo Kiss, haciendo de malvado.

En Almas de metal, encontramos en cierto modo un precedente de lo que luego veremos en la saga jurásica, ya que la acción se sitúa en una especie de parque temático (en época futura, creo recordar, pese a las arcaicas pantallas monocromáticas de los ordenadores que se utilizan, que además funcionan con cinta) en la que se representan 3 etapas históricas: Imperio Romano, Edad Media y el Oeste Americano (¿es casual que sean los momentos mas representados por la industria de Hollywood?, ¿tal vez una metáfora de Crichton?), poblados por robots idénticos a los humanos, excepto un defecto en las manos que los diferencia.

Estos cyborgs están programados para obedecer en todo a los humanos; por ejemplo, en la zona del Western se programan incluso duelos con revólveres, donde la principal atracción es un autómata conocido como El Pistolero (interpretado por un excelente Yul Brynner, en una de sus pocas incursiones en el género fantástico), y en el que las personas siempre deben ganar.
Pero a lo largo de la película vamos comprobando que no es oro todo lo que reluce: poco a poco se van produciendo pequeños fallos donde todo se suponía que era perfecto, y los robots empiezan a rebelarse. En un duelo en la zona medieval, un visitante resulta muerto, y tras ello, los técnicos deciden cortar el suministro.

Entretanto, los dos protagonistas, interpretados por el posteriormente director Richard Benjamin y por James Brolin, son ajenos a lo que ocurre, ya que han tenido una pelea y se han emborrachado. Al despertar, el personaje de Brolin, que desconoce el cambio producido, reta a un duelo al Pistolero, con las fatales lógicas consecuencias, y a partir de ahí se produce una persecución al amigo superviviente a través del parque desierto, lleno de cadáveres de visitantes y robots desconectados, en la que el cyborg se muestra incansable y casi invulnerable.

Aún con sus defectos, se trata seguramente de uno de los mayores aciertos de Crichton, tanto en el texto como detrás de la cámara, y dio lugar a una secuela, Almas de Metal 2 (Futureworld, 1976) dirigida por Richard T. Heffron y sin Crichton tampoco en el guión, manteniendo diferencias argumentales con la original, pese a transcurrir en el mismo y ahora reconstruido parque y contar con una pequeña aparición de Brynner, resultando esta segunda parte un producto curioso (con la presencia de Peter Fonda, por ejemplo) pero con un corte casi telefílmico, y tan intrascendente como olvidable (y olvidada).


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, genial que hayas recuperado esta peli, la vi de pequeño, creo que en La Clave, un viernes por la noche, y me impresionó mucho.
El final me resulta muy similar al de Terminator, la caza del hombre por la máquina.
Un acierto que te hayas acordado de esta peli.