miércoles, 8 de octubre de 2008

LEMORA, UN CUENTO SOBRENATURAL (1973)

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Hoy voy a dedicar un breve y modesto recuerdo a una película poco conocida en España y menos aún recordada, pero que contiene suficientes elementos para ser elevada a la categoría de cult movie. A diferencia de otros films de los que hablo aquí, no tengo un recuerdo reciente de ella, más bien todo lo contrario, por lo que en este caso solo daré breves apuntes, pero me parecía lo suficientemente importante para dedicarle este espacio.

Su titulo original era Lemora, a child's tale of the supernatural, aunque en algunos países se conoció como Lemora, poseída del diablo e incluso Lemora, Lady Dracula.

Su realizador, Richard Blackburn, no dirigió más películas (únicamente algunos episodios de la serie Tales from the darkside), y este hecho sorprende viendo los resultados de su ópera prima. Además fue autor del guión de la curiosa ¿Y si nos comemos a Raul? (Paul Bartel, 1982).

Básicamente lo que aquí se plantea es el enfrentamiento entre el bien absoluto, encarnado en la virginal adolescente Lila Lee (Cheryl "Rainbeaux" Smith), cantante en el coro de la iglesia local y Lemora (Lesley Gilb), una vampiresa que ejerce el papel de polo opuesto, con todo lo que ello conlleva.

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Por cierto, la mencionada actriz protagonista, Cheryl Smith, falleció prematuramente en 2002 por problemas con las drogas que ya venían de muy atrás, mientras que Lesley Gilb no volvió a hacer cine nunca más. Esto unido a lo antes comentado acerca del director y a los problemas de censura y distribución que tuvo Lemora, la convierten en un producto con un aura de malditismo que refuerza aún más su carácter de producto singular.

La trama argumental nos presenta a la mencionada Lila Lee, que ha sido criada por el párroco local (que siente por ella algo a medio camino entre la admiración por su virtud y cierta fascinación reprimida), ya que su madre fue asesinada por su padre al hallarla con su amante, y como consecuencia de ese acto, huyó del lugar.
En su fuga, llegó al pueblo de Asteroth (significativo nombre), donde unos vampiros salieron a su encuentro.

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Años después, Lila recibe una carta presuntamente de su progenitor, que le solicita que acuda para recibir su perdón en el lecho de muerte. En el viaje, tras toparse con extraños personajes, se repite la misma circunstancia que ocurrió años atrás, y tras ello, la joven aparece en casa de Lemora, que dice ser la anfitriona del lugar.

Llegados a este punto, nos encontramos con extrañas situaciones y amenazas, añadiéndose a ello los trucos y trampas que Lemora utiliza para pervertir la virtud de la joven y corromper su alma, atrayéndola al mal. Algo que nos recuerda la esencia de cuentos como Blancanieves, Caperucita Roja, Alicia a través del espejo o a la trama de películas posteriores como En compañía de lobos (Neil Jordan, 1984).

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Aunque inicialmente la natural bondad de Lila le hace confiar en Lemora, pese a saber que se encuentra ante un ser maléfico y sobrenatural, luego las cosas cambiarán, derivando a un extraño final.

Nos encontramos, pues, ante una metáfora de la perdida de la inocencia y un viaje iniciático, un cuento macabro pero extrañamente bello, con unas excelentes ambientación y fotografía, plena de lenguaje simbólico y oscura poesía.

No encontré un trailer de la película, pero sí este video con imágenes de la misma, que me sirve como cierre de esta reseña.

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