sábado, 25 de abril de 2009

NAVES MISTERIOSAS (1971)

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Con esta película me ocurre lo mismo que con la hace tiempo comentada Almas de metal, de la que hablé en su momento, o Un mundo de fantasía (Willy Wonka & the Chocolate factory, 1971).
Y es que, cuando era pequeño, eran títulos que se emitían constantemente por televisión (esta de la que hoy hablaré quizá más que ninguna) y ejercían una cierta fascinación sobre mi, aunque tanto Naves misteriosas (absurda traducción del original Silent running: luego se utilizó el mas aproximado Naves silenciosas) como las otras, rara vez las he vuelto a ver proyectadas en la pequeña pantalla, salvo que algún canal temático haya tenido a bien programarla.
Será que las cosas han cambiado para peor y tal vez que entonces, dado el trasfondo de ciencia-ficción ecológica que contiene la peli, éramos mas modernos.

Antes que nada hay que decir que tras Silent running estaba Douglas Trumbull, que hacia aquí su debut en la realización, aunque lo suyo era encargarse de los efectos especiales, mas que ponerse detrás de la cámara: había sido con anterioridad responsable de los F/X de 2001, Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), que en su momento fueron muy innovadores e impactantes, y se encargaría posteriormente de la misma función en La amenaza de Andrómeda (Robert Wise, 1971), todo ello sin haber cumplido los 30 años de edad. Después también haría lo propio en Encuentros en la 3ª fase (S. Spielberg, 1977) o Blade Runner (Ridley Scott, 1982) habiendo recibido 5 nominaciones al Oscar y uno honorífico por toda su carrera.
Curiosamente hoy día Trumbull se dedica a montar efectos en parques temáticos.
En todo caso su trayectoria como director es bastante irrelevante con excepción de esta película y en menor medida la curiosa Proyecto Brainstorm (1983) un título de los 80 prácticamente olvidado y que contaba en su reparto con gente como Christopher Walken, Natalie Wood, Cliff Robertson o Louise Fletcher.

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Pero bueno, volviendo a lo que nos ocupa, Silent running dispuso de un presupuesto muy exiguo y eso favoreció que fuera un fracaso en taquilla debido a su poca promoción. En el aspecto argumental, la película transcurre entre tres gigantescas naves-invernadero, que se encuentran en órbita con Saturno, las cuales conservan la vida vegetal que se perdió en la Tierra a causa de una desertización total del planeta, y pensando en una hipotética reforestación del mismo.
El astronauta y botánico Freeman Lowell (interpretado por el actor Bruce Dern, padre de Laura Dern, actriz en numerosas películas, entre ellas Terciopelo azul o Parque Jurásico) es el responsable de una de ellas, la Valley Fogue, junto con dos robots, poseedores de características que en cierto modo les convertirán en antecedentes del futuro R2-D2 de la saga Star Wars.

Pero un día se decide cancelar el proyecto y acabar con los cultivos de las naves. Lowell se enfrenta al resto de la tripulación, que al contrario que él, si quieren acatar las órdenes y acabar con todos los vestigios de vida natural allí presentes. Con la ayuda de los robots, a los que humaniza (este es un dato importante pues plantea elementos similares y a la vez distintos al ordenador HAL 9000 de 2001) poniéndoles nombre (Dewey y Huwey) y convirtiéndolos en sus compañeros de tripulación, reprogramandoles para tareas "agricolas", y huyendo con la nave mas allá de los anillos de Saturno para conservar su tarea ecológica.

La realización de Trumbull de cualquier forma no es muy acertada y evita probablemente que nos encontremos ante un proyecto de mayor magnitud, pese a que se trata de un film a tener en cuenta. Algunos defectos en la puesta en escena son aliviados por el lirismo que aportan las canciones de Joan Baez, por la que no tengo muchas simpatías, pero cuya utilización aquí (si no me equivoco son temas ex profeso para la película) es acertada.



A destacar que entre los guionistas del film estuvieron nombres como Steven Bochco (responsable mucho después de series como Canción triste de Hill Street, La ley de Los Angeles o Murder one) o Michael Cimino (director años mas tarde de películas de fama como la oscarizada El cazador, Manhattan Sur o el megafracaso multimillonario La puerta del cielo, películas por cierto quizá con mas fama que calidad artística).

En definitiva, Naves misteriosas (o silenciosas) es un titulo a recuperar y que indica que ciertas preocupaciones que hoy parecen muy en primera plana vienen de mucho tiempo atrás y ya entonces se podían plasmar en una buena película de ciencia-ficción.