viernes, 30 de enero de 2009

RECORDANDO ALGUNAS SERIES DE TV (2)

Dentro del laberinto



No confundir esta serie con la película con música y marionetas dirigida por Jim Henson y protagonizada por Jennifer Connelly y un David Bowie en su momento más hortera y menos inspirado.
Esta producción de la HTV británica fue realizada a principios de los 80 y emitida en España a partir de 1982, en 3 temporadas (con 7 capítulos cada una de 30 minutos), si bien en la última desaparecían la mayoría de protagonistas de las dos primeras y resultaba muy inferior a ellas, dando muestras de agotamiento.

El argumento, escrito por el propio director Peter Graham Scott junto a Bob Baker (responsable de varios episodios de Dr. Who), se inicia con una pareja de hermanos que están jugando en el bosque y topan con una tormenta que les lleva a refugiarse en una cueva (las cavernas de Cheddar, que existen realmente y salían en los créditos de la serie). Ahí se encuentran con Phil, un chaval de raza negra algo mas mayor, en su misma situación. Escuchan una llamada de socorro y rescatan a Rothgo (interpretado por el actor Ron Moody que hacía el papel de Fagin en la versión musical de Oliver Twist, Oliver, dirigida por Carol Reed en 1968), un mago inmortal (de los buenos) y que ha quedado muy debilitado tras su enfrentamiento con Belor (Pamela Salem), su oponente femenina y la mala de la serie; ambos buscan una especie de fuente de energía llamada Nidus, y para ayudar a Rothgo, los chicos debían viajar en el tiempo por diferentes épocas (desde la Revolución Francesa a la antigua Grecia, eso si, sin salir de la gruta), en las cuales coinciden con ambos magos “disfrazados”. El Nidus se identifica por una especie de brillo que podía encontrarse en algún objeto concreto y por ello se busca con espejos y otras cosas reflectantes. Una vez era hallado, debían juntar sus brazos e invocar al mago que debía reclamar la energía, pero Belor podía denegárselo y se iniciaba un enfrentamiento entre ambos. Al final de la primera temporada, se hacían con el Nidus y Belor era destruida, Rothgo les regalaba a los niños una especie de cristales mágicos en agradecimiento y les borraba la memoria.

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Pero en la 2ª temporada los cristales les vuelven a llevar a la cueva y se encuentran con una situación similar a la del principio tras la resurrección de Belor, y que vuelve a terminar con el triunfo del Bien.
En la 3ª temporada solo se mantuvieron los personajes de Phil y Belor, el mago bueno era ahora un tal Lazlo (Chris Harris), un personaje bastante ridículo que en ningún momento tuvo el carisma de su antecesor y esta temporada pasó desapercibida e incluso no recuerdo si se emitió completa en España, adonde llegó con retraso. Sin duda fue una de mis series favoritas en aquel momento y se ha reeditado recientemente en DVD (solo en inglés).
Hoy en día cantan mucho los efectos especiales, que resultan casi pueriles, así como algunas escenas de los enfrentamientos “cósmicos” que parecen repetidas. En el aspecto argumental e interpretativo la serie era imaginativa y además tuvo el mérito de recrear varios momentos históricos (con un presupuesto limitado) lo que además podía resultar instructivo para el público destinatario, de hecho la serie contó con suficiente éxito para ser repuesta varias veces en nuestro país, y hoy en día, con el auge de videojuegos e historias de tipo mágico, no desentonaría, excepto por los detalles mencionados anteriormente.

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The children of the stones

Conocida en España como Los chicos de las piedras o tal vez Los chicos de Stonehenge (creo que no transcurría realmente en este lugar), fue otra producción de la prolífica HTV inglesa, emitida por la ITV, que al parecer formaba una especie de trilogía (The third eye) con la mencionada Dentro del Laberinto, y no sé si con la que trataré a posteriori, Bajo la Montaña. Originalmente es de finales de los 70, pero aquí se emitió a principios de la década siguiente. Los creadores fueron Jeremy Burnham y Trevor Ray.

Un astrofísico y su hijo llegan a una pequeña localidad de la campiña inglesa, caracterizada por estar rodeada de una formación de menhires que incluyen una especie de santuario de antiguos cultos. Precisamente, la labor del investigador es estudiar estas piedras y sus posibles efectos de magnetismo.
Rápidamente observan que los habitantes del pueblo son extrañamente amables, que de vez en cuando se reúnen en circulo en torno a una iglesia abandonada y que parecen mostrar cierta sumisión a un rico hacendado de la localidad (que además es el casero de los protagonistas) y que revela grandes conocimientos en cuestiones científicas. Otros personajes son una madre y su hija recién llegadas al pueblo (por tanto ajenas a lo que sucede) y que entablan amistad con los protagonistas, y un vagabundo que vive en el círculo de piedras y dice estar por ello protegido.



Las primeras investigaciones indican que hay algo extraño en torno a la formación megalítica, de hecho al tocar los menhires se recibe una especie de descarga de energía. No voy a contar más por si alguien puede verla y prefiere descubrirlo por sí mismo.
La serie producía de niño un cierto malrollismo (si se me permite inventar esta palabra), sobre todo vinculada a la sensación de las piedras como seres vivos, o al hecho de enfocar constantemente un cuadro que hay en la casa, en el cual aparece gente danzando en la oscuridad (no recuerdo si junto a las piedras) en torno a una especie de fuego o luminosidad; escenas todas ellas aderezadas con una mas que inquietante música minimalista consistente en un coro a capella, al estilo de la que se oye cuando aparece el monolito de 2001, y mantiene cierta fuerza vista de adulto (es fácil de encontrar en inglés, aparte que sus escasos 7 capítulos de 25 minutos no cansan).
No es necesario destacar la sobriedad de una serie británica y la profesionalidad de intérpretes como Gareth Thomas, Iain Cuthbertson o Freddie Jones. Eso si, una serie quizá excesivamente compleja para un público adolescente al que pudiera ir dirigida.

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Bajo la montaña (Under the mountain)

Serie neozelandesa algo posterior en cuanto a su emisión que las referidas, aunque la fecha de producción original es similar (1982). En ella, nos encontramos con una pareja de niños gemelos que, en sus vacaciones, tienen enfrente una extraña familia de vecinos, los Wilberforce, que viajan en un Rolls Royce, y que en realidad son unos alienígenas cuya verdadera forma es la de babosas del tamaño de un hombre, con la finalidad de destruir el planeta.
Un anciano que en realidad es otro extraterrestre de una raza en combate con aquellos, tuvo un encuentro con los gemelos una vez estos se perdieron siendo mas pequeños, ayudándoles, y descubriendo que tenían ciertas facultades extrasensoriales que los convierte en elegidos para destruir a las babosas. Para ello solo hay un método, que si falla puede provocar su destrucción (como ya ocurrió con otros destinados a esa misión), e incluso la de la humanidad.

Les entrega a cada uno unas piedras, roja y azul respectivamente, con las cuales en un momento determinado deben crear, desde lo alto de un volcán, una especie de campo de energía que servirá para acabar con los extraterrestres-babosa.
Recuerdo vagamente que estos habían creado una especie de pasadizo viscoso que conducía al mar. Por supuesto, no cuento la resolución, aunque la verdad es que no la recuerdo con exactitud.
Sobre esta serie hay tan pocas referencias en la red como posibilidades de recuperar sus episodios. Para mi sorpresa, y no ha podido ser mas oportuna esta reseña, se va a hacer una versión en 2009 en la propia Nueva Zelanda, con guión del propio creador original Maurice Gee, eso si, desconozco si llegará a los cines españoles o incluso será un producto únicamente para la TV. Eso si, el primer capítulo completo está colgado en la red en versión original, y es esto que viene a continuación.




Chocky

John Wyndham es un escritor de ciencia ficción bastante e injustamente desconocido fuera del Reino Unido, excepto para los que somos muy aficionados al género. De su mano salieron novelas como El día de los Trífidos, historia post-apocalíptica sobre una invasión de plantas carnívoras gigantes producidas en laboratorios secretos, ante una humanidad que ha quedado en su mayor parte ciega tras observar unas luces en el cielo (con excepción de algunos supervivientes que tratan de salir adelante entre el caos, en los cuales se centra la historia), llevada al cine en 1962 (que también conoció, por cierto, una versión televisiva por la BBC en 1981, de la cual hablaría, pero tuvo poca distribución en España), y que posee muchos elementos que seguramente fueron tomados por Danny Boyle para su film 28 días después (desde el mismo comienzo, que es practicamente calcado en ambos casos). Pero también escribió obras como El misterio de las profundidades, Los cucos de Midwich, que dio lugar a la/s película/s El Pueblo de los Malditos (tanto la original de 1960 como el remake de John Carpenter en los 90) o Chocky, a la que nos referimos.



Chocky, como todas las referidas anteriormente, es una serie de culto sobre un niño, Matthew, que habla con un amigo imaginario (materializado ante él como una especie de nebulosa), situación que acaba preocupando a sus padres. Pero este amigo es en realidad un/a extraterrestre, eso si, con fines pacíficos (pretende saber cosas de la vida en la Tierra y ayuda a mejorar la inteligencia de Matthew hasta convertirlo en un superdotado), nada que ver con los anteriormente citados. Pero esto le pone en peligro, porque hay oscuros intereses que secuestrarán al niño para obtener información.
Adaptada por Anthony Read para la Thames, la serie constó de 6 capítulos de una media hora de duración, protagonizados por el niño Andrew Ellams. Y conoció una segunda y tercera parte con cambios de argumento y personajes.
Por cierto acabo de enterarme, al tiempo de escribir esto, que al parecer Spielberg prepara una adaptación. Así pues, al igual que en Bajo la montaña, ha sido oportuno este recordatorio.

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El joven Sherlock (Young Sherlock: The mystery at Manor House)

Olvidada adaptación realizada en 1982 (y emitida algo después en España) del famoso detective en época adolescente y juvenil. Nada que ver con la posterior película del mismo nombre conocida en España como El secreto de la pirámide.
Me permito mencionar esta serie dada la poca información en español que hay sobre ella en la red, y por mi afición al personaje. Creo recordar que, tras morir algún familiar directo, este joven Sherlock Holmes era llevado a casa de unos tíos o similar, donde desarrollaba sus talentos poniendo al descubierto una conspiración para asesinar (o derrocar) a la reina Victoria, en la que estaban implicados ingleses e hindúes.

Protagonizada por Guy Henry, secundario habitual al que hemos podido ver recientemente con papeles en Extras o Roma, junto a Christopher Villiers interpretando a un primo lejano de Holmes que acaba siendo Moriarty, creo recordar, y como curiosidad, Lewis Fiander, uno de los protagonistas de ¿Quien puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976), haciendo de sirviente hindú.

Por cierto, esta serie coincidió en las pantallas temporalmente con otra breve producción británica injustamente olvidada, Cribb, protagonizada por un detective de Scotland Yard (el que daba título a la serie, interpretado por Alan Dobie) al mas puro estilo Sherlock Holmes y ambientada en su misma época (contando por supuesto con un Watson particular), y basada en la novelas de Peter Lovesey.

RECORDANDO ALGUNAS SERIES DE TV (1)

La verdad es que aunque si que he dedicado algún artículo relativo y exhaustivo al tema, reconozco que no he tocado demasiado la cuestión de las series de TV de género fantástico y terrorífico, sobre todo valorando que en mi infancia abundaban producciones de calidad en este sentido que contribuyeron a mi afición al tema, junto a otras que se reponían de épocas pretéritas.

De hecho en los últimos tiempos (aunque nunca se han dejado de hacer) creo que hay un cierto auge de este tipo de series: Heroes, Medium, True blood, Moonlight, Torchwood, Dresden, Sobrenatural, Jekyll, Pesadillas y alucinaciones, Maestros del Terror y tantas otras, incluso en países de habla española como México con 13 miedos y la defenestrada resurrección en España de Historias para no dormir, desterrada tristemente al mercado del DVD por Tele 5, algo por cierto habitual en nuestro país con estos productos televisivos atípicos (recuerdo a finales de los 80 y principios de los 90, dos series de episodios independientes, como Historias del otro lado, tras la que estaba Garci y sus habituales colaboradores, y la más oscura Crónicas del mal, en la que colaboraron directores como Iván Zulueta, completamente proscritas por TVE y que no han tenido jamás a bien reponer ni sacar a la venta, y solo alguna TV local las ha recuperado por la puerta de atrás).

Lo que pretendo aquí es hacer un recuerdo personal de algunas series de mi primera infancia, lo que implica que algunas de ellas estaban dirigidas a un público como mucho adolescente, y tal vez no serían las mejores, pero como digo, es una pequeña visión nostálgica en la que no influyen ni la cantidad (seguramente me esté olvidando de muchas) ni la calidad (en todo caso destacar que ninguna de ellas es una producción norteamericana), y por tanto el propio lenguaje a la hora de describirlas será posiblemente demasiado coloquial, ya que estará basado en mi propia memoria y no en referencias externas que por cierto, en español son escasas en la red. Además espero contribuir a que aquellos que busquen algo al respecto tengan un punto de referencia. Lo dividiré en dos partes para que no se haga demasiado largo de una sola vez.

Los hombres del mañana



Esta era la cabecera de The tomorrow people, título original de Los hombres del mañana. Esta serie fue producida por la Thames (si, esa que salía la Torre de Londres reflejada bajo un cielo azul y que dio pie a tantas series) para la ITV y el creador fue Roger Price. La serie originalmente comenzó a emitirse a principios de los 70, se extendió durante toda la década y al parecer tuvo una continuación a mediados de los 90 que desconozco.

Los protagonistas eran un grupo de niños y jóvenes que tenían capacidades más avanzadas que el resto de los humanos, como la posibilidad de comunicarse telepáticamente entre ellos, y su centro de operaciones se localizaba en una vieja estación de metro, desde donde combatían amenazas tipicas de los productos Sci-fi, especialmente extraterrestres y supervillanos varios, al estilo de otras series compatriotas como Dr. Who o la mas reciente Torchwood, junto a un Superordenador llamado Tim que les podía teletransportar.

Originalmente en el Reino Unido tuvo 8 temporadas, las cuales se subdividían en tramas con titulos como Los esclavos de Jedikiah, La estirpe de la medusa o La guerra de los Imperios, que cubrían 3 ó 4 capítulos cada una.
Al ser una serie popular en su país de origen, es relativamente fácil de hallar, eso si, en inglés (hacerlo con la versión en español es misión imposible). Los actores protagonistas mas habituales (ya que algunos cambiaron en las diferentes temporadas) fueron Nicholas Young, Peter Vaughan-Clarke o Elizabeth Adare, mientras que la voz de Tim corrió a cargo de Philip Gilbert.

(CONTINUARA)