lunes, 29 de diciembre de 2008

LA GUERRA DE LOS MUNDOS DE WELLS, SEGUN WELLES, 70 AÑOS DESPUES

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N. del A.: Este artículo se publicó originalmente a principios de noviembre de 2008, de ahí que haya cierto desfase temporal en las fechas de las que se habla.


Durante estos días (aunque lleguemos con algo de retraso) se ha hecho alguna referencia en los medios (no demasiadas, dado que estos temas vinculados a la cultura y especialmente al género literario fantástico no interesan demasiado, salvo casos concretos) al 70º aniversario del programa de radio que Orson Welles, entonces precoz actor y director teatral y artista polifacético, hizo en la cadena norteamericana CBS en colaboración con su compañía Mercury Theatre, y que adaptaba la novela de H.G. Wells
La guerra de los mundos, uno de los varios y excelentes clásicos que este autor inglés dejó para la posteridad de la entonces naciente ciencia-ficción y seguramente la primera ocasión (si me equivoco disculpen) en el que se trata la hipótesis de un ataque a la Tierra (en realidad a Londres y localidades cercanas, no consta que lleguen mucho mas lejos, pero no les cuento nada por si no leyeron el libro y deciden hacerlo) por parte de inteligencias extraterrestres (marcianos en este caso).
En realidad, Wells, detrás de esta historia, esconde una presumible crítica al colonialismo e imperialismo mas feroz que habian ejercido países como el suyo, y que implicaba, al igual que pretendían estos invasores alienígenas, la anulación de otras culturas y pueblos conquistados, e incluso podía producir la extinción de civilizaciones enteras y especies animales o vegetales si se hacía un mal uso de ese poder. Por otro lado, pretendía mostrar que una persona cualquiera (por eso seguramente apenas se dan datos del protagonista de la historia, para que el lector se identifique con el narrador) cambia radicalmente cuando se presenta ante una situación límite.

Portada de la edicion de 1913 de La guerra de los mundos

Pero lo que quería comentar era que la sui generis adaptación radiada de Welles, por si alguien aún no conoce la historia, se presentó (aunque se advirtió al principio y al final que era una ficción, y además dicha emisión duró menos de una hora) como un informativo de sucesos reales, con cronistas enviados al lugar donde habían aterrizado (mas bien caído) las naves cilíndricas utilizadas por los marcianos, efectos especiales... provocando, supuestamente, la histeria colectiva en millones de personas. Conviene recordar que el final de la novela, que no voy a desvelar, es relativamente feliz (pese a evocar el dramatismo de alguno de los hechos narrados y la moraleja referida antes), y ese hecho se respetó en la radio, con lo cual hay que pensar que la gente solo escuchó medio programa.
Y cuando me refiero a que supuestamente se provocó esa histeria, es porque hoy día se ha llegado a la conclusión que ese pretendido caos generado en millones de oyentes no fue ni mucho menos así, y que solo unas cuantas personas creyeron la veracidad de lo expuesto. Es decir, que no hubo éxodo masivo de las grandes ciudades ni nada por el estilo; en todo caso en las zonas rurales, mas incomunicadas, es donde pudo cundir una cierta inquietud.
No obstante, a lo largo de las décadas siguientes, en países como Ecuador, México o Portugal se hicieron adaptaciones propias siguiendo la pista de lo realizado por Welles, con reacciones adversas en la población que originaron consecuencias mas dramáticas y reales; sin embargo, estos hechos apenas han trascendido a nivel público, al contrario de lo de 1938, convertido en auténtica leyenda urbana.

Monumento a La guerra de los mundos en la ciudad inglesa de Woking, Surrey


A grandes rasgos, recordaremos dos adaptaciones cinematográficas, la realizada en 1953 por Byron Haskin, con buenos resultados y unos efectos especiales estimables que se llevaron el Oscar, pero muy alejada del texto de Wells, y situada en el contexto de la Guerra Fría que dio lugar a una época dorada de la Ciencia-Ficción y la Serie B (de ese mismo año es Invasores de Marte, de William Cameron Menzies); y está muy reciente la de Spielberg en 2005, que aunque recupera algunos elementos de la novela, sigue estando alejada y además se sitúa en el momento actual (me parece mas interesante la ambientación original en torno a 1900, en un mundo que empezaba a abrirse a la tecnología y donde no había aviones, combatiendo los ingenios marcianos con fuego de artillería y avanzando elementos como la guerra bacteriológica, en ambos sentidos).
También hubo, a finales de los 70, una curiosa adaptación musical de Jeff Wayne, en forma de doble LP que intercalaba narración y diálogos (tuvo versión española), con las canciones interpretadas por Justin Hayward de The Moody Blues; un gran éxito en su momento y que desgraciadamente amenaza con ser recuperado y encima convertido en musical.
Junto a ello, el variado filón de secuelas generadas por la novela incluye desde varios cómics a obras mas desconocidas como Sherlock Holmes’War of the worlds, escrita por Manly y Wade Wellman en 1975, que sitúan al popular detective en el contexto de La Guerra de los mundos.

Diferentes cadenas radiaron el 30 de octubre un programa conmemorativo de esta emisión, adaptándola al español con voces conocidas de nuestras ondas, pero como decía antes, no ha habido demasiado interés en promocionar este hecho. Así que para los interesados, dejo este enlace
a la página de The Mercury Theatre on the air que permite acceder a descargarse o escuchar la emisión original de la CBS.

lunes, 22 de diciembre de 2008

SOBREVIVIENDO A LA NAVIDAD

Vuelvo tras un pequeño intervalo sin publicar (aunque es bastante probable que a partir de ahora mis artículos en esta página se espacien más), y, pese a que las fiestas navideñas no sean mis fechas preferidas (más bien al contrario) del calendario (y cada año menos, este en especial), si que había pensado hacer referencia a algunos films del género relacionados de algún modo con ello.

Algo muy difícil si tenemos en cuenta que en estos días, y desde tiempo inmemorial, suelen primar las producciones taquilleras y para un público familiar, y los argumentos bienintencionados. Por cierto, ahora que hablo de estrenos en estos momentos del año, ¿Cómo puede gustarle a uno la Navidad si se aprovecha para estrenar un remake tan innecesario y fallido como Ultimátum a la Tierra, cargándose la obra maestra de Robert Wise en 1951 (de algunas películas no se deberían permitir nuevas versiones) y además, de forma totalmente oportunista en cuanto al argumento?.

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Y una vez hecho este inciso, me vienen a la mente al respecto, por ejemplo, las fechas en que se sitúa la acción de Gremlins (1983), o Pesadilla antes de Navidad (1993), de un Tim Burton más inspirado que en los últimos años (¿estuvo este hombre inspirado alguna vez, en realidad?), el episodio And all through the house de Cuentos de ultratumba (1972), ya comentada al hablar de los films británicos de episodios de la productora Amicus y que se revisó en la posterior serie televisiva americana Tales from the crypt, basada en los mismos cómics), e incluso Inocentada sangrienta (1986), un slasher que acaba convertido en parodia de los mismos, pero cuyo título original es April fool's day, porque en el mundo anglosajón el día de los Inocentes, efectivamente, es en temporada primaveral.

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Pero, sobre todo, Navidades Negras (1974), producción canadiense dirigida por Bob Clark, al que por cierto, ya es la tercera vez que menciono aquí (lo hice con la interesante Asesinato por decreto, al tratar el tema Sherlock Holmes y posteriormente con Children shouldn't play with dead things), y que fue pionera de los slashers, anticipándose a Viernes 13 o Halloween, sin que mucha gente sea consciente de ello.

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El tema es que hace un par de años se hizo una nueva versión, manteniendo el título pero no tanto el argumento, y que pasó por cierto relativamente desapercibida, mereciendo mejor suerte dentro de lo que cabe. Y lo lamento especialmente por el protagonismo en ella de una de mis chicas favoritas de los últimos tiempos, Mary Elizabeth Winstead, la cual va bien encaminada para convertirse en una scream queen (Destino final 3, Death proof o esta misma son algunos ejemplos).

Como ahora mismo esto es lo más acorde a la temática que se me ha ocurrido por Navidad (mucho peores son seguramente cualquiera de los programas especiales que invaden la TV por estas fechas), aprovecho, pese a todo, para darles la felicitación de rigor, ya que dudo que Fan-cine fantaterrorífico retorne antes de 2009; eso si, lo hará con ilusiones renovadas y muchas reseñas de interés (como las publicadas hasta ahora, espero).