martes, 22 de julio de 2008
THE Z FILES: ¿DONDE TE ESCONDES, HERMANO? (1982)
El haber dedicado mi última reseña a El otro me llevó a pensar (ahora que ya tocaba volver a retomar el tema de las series Z) en comentar algo sobre esta película, la cual, desde un polo opuesto en todos los sentidos, también trata el tema de los gemelos.
Si, ya sé que es casi inadmisible pasar de un producto magistral y un film de culto como el de Robert Mulligan, a lo que podemos considerar una auto-parodia gore como Basket Case (título original del film que nos ocupa, así como de sus continuaciones), pero desde un principio tuve claro que éste era el espíritu de este fan-cine fantaterrorífico. Así que vamos a ello.
¿Donde te escondes, hermano? fue una producción de bajísimo presupuesto que le dio la fama al director neoyorquino Frank Henenlotter, aunque prácticamente toda su carrera se limita a esta película y las dos secuelas consiguientes, dado que obtuvo un inesperado gran éxito; aparte también se encargó de otra cinta de culto como Brain damage, que también se mueve en coordenadas similares a esta.
El argumento consiste en la llegada a New York de Duane, interpretado por Kevin Van Hentenryck, que resulta de lo más destacable o de lo menos malo del inexperto (por decir algo) reparto, y que viaja acompañado de una cesta. En un flashback, se nos cuenta que Duane nació con un hermano siamés, el deforme Belial, del que se le separó a los doce años, y que fue abandonado después en un cubo de basura dado por muerto. Pero no fue así, sobrevivió, y ahora ambos pretenden vengarse de los médicos responsables.
La condición de producto casi casero (muchas secuencias interiores fueron rodadas en casa de amigos y el propio director realiza un cameo en alguna escena), y los pocos medios con los que se contaron (el personaje de Duane enseña un fajo de billetes al principio de la película y Henenlotter afirma, no sabemos si bromeando, que ese era todo el presupuesto con que se contaba) se contrarrestan con la falta de pretensiones y con algunos recursos interesantes: el personaje de Belial se muestra poco a poco, inicialmente desde un plano subjetivo, después sus manos o sus ojos saliendo de la cesta, hasta aparecer en su totalidad como una especie de masa de plastilina animada torpemente por stop motion; la relación amor-odio entre los protagonistas; uno necesita del otro para vivir pero envidia su normalidad, en cambio Duane se ve lastrado por la carga que lleva encima constantemente (no solo por la cesta, sino por lo que contiene); determinadas cuestiones nos pueden recordar a películas como Estoy Vivo (1972), que trataba el tema de un recién nacido mutante y asesino, y que tuvo dos continuaciones, todas ellas dirigidas por Larry Cohen, otro de esos creadores de terror underground que aparecerá por aquí algún día, o incluso a Hermanas (Brian de Palma, 1972), que también contiene siamesas y crímenes.
El resto de recursos típicos del cine gore más descacharrante completan la sesión, ideal para recuperar en una de estas noches de verano por parte de los cinéfagos con menos prejuicios. Adjunto un trailer original bastante explícito que he podido hallar.
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